amiga melancolía

Esta mañana me desperté con el llanto de Elisa. En seguida mi mente empezó a dar vueltas sobre lo que pasaría hoy, sobre lo que leí anoche en el blog de Bor, y sobre lo que he estado pensando todo estos dias...Jennifer. Me di cuenta que estaba tratando de calmar a mi hija, pero mi mente estaba en otro lugar. Cuando me di cuenta de que mi cuerpo y mi mente estaban en dos lugares diferentes por fin pude entender lo que he sentido todos estos dias...se llama melancolia.

Ayer tuvimos que ir al medico para mi visita "post-parto" de 6 semanas. Después fuimos al correo porque Daniel tenía una carta de Chile que teniamos que recoger ahi. Mientras yo esperaba en el coche con Elisa pasaron frente a mi dos jovencitas de unos 15 años. Por sus mochilas, su caminar, su ropa, y la hora, me di cuenta que eran chicas de high school que iban caminando a casa. Me imaginé que estarían hablando de algun chico, o sobre alguna amiga en común. En seguida me puse a recordar como fueron esos años de high school, y por unos minutos quise regresar a ese tiempo. Me vinieron unas ganas inmensas de hablar con mis amigas, de sentirme otra vez en ese espacio en que ya no quería que me vieran como una niña pero en que pensar en la adultez me daba pavor. Regresé al presente cuando Elisa hizo uno de sus ruiditos que hace el dormir igual que su padre. La miré. Estaba acurrucada en su asientito de bebes, tapadita con una manta, con sus ojitos cerrados y su boca en forma de trompita. Me di cuenta que en una de sus manos estaba sosteniendo la orejita de su peluche de Tigger con sus deditos diminutos. Sentí que mi corazón iba a salir de mi pecho, como cada vez que la miro y me doy cuenta que es mi hija....como cuando escuché su llanto raspado por primera vez. En ese momento la melancolía que sentí al ver a esas chicas de highschool disminuyo, dando paso a una inevitable sonrisa.

La melancolia nos presenta con tres problemas.

1. Nos hace querer estar en otro lugar pasado que en ese momento pensamos que es mejor que donde estamos en el presente. Puede cegarnos a la hermosura de lo que estamos viviendo en el presente.

Eso me recuerda a algo que escuché el fin de semana antes de que recibiera las noticias sobre Jennifer: "You pile up enough tomorrows, and you'll find you've collected a lot of empty yesterdays."

2. Ese es el otro problema de la melancolía. Nos hace creer que es imposible que el futuro sea tan bueno como ese pasado al que queremos regresar. O como dice la cita de arriba, nos hace preocuparnos tanto por lo que vendrá en el futuro que cuando recordamos ayer nos damos cuenta que no hemos hecho nada.

3. El tercer problema es una mezcla del primero y el segundo: no nos permite disfrutar del presente. No solo nos aleja de la hermosura del presente, si no que nos lleva a despreocuparnos de lo que pasa en el momento. Puedo estar con Elisa en mis brazos y Daniel a mi lado, pero la melancolía me aleja de ese hermoso momento presente porque me hace dudar sobre el futuro y añorar el pasado.

No quiero vivir mi presente asi. Quiero vivir mi presente de tal manera que en el futuro tenga algo sobre que sentir melancolía por unos momentos. Despues de todo, aunque haya pintado a la melancolía como una enemiga, sentirla de vez en cuando es necesario para apreciar lo que hemos vivido. El problema es cuando no tenemos la fuerza suficiente para alejar esa melancolia. Si dejamos que nos acompañe a todo momento llegará el dia en que ese "mejor" pasado lo veremos demasiado lejano, y al buscar otro recuerdo lamentaremos que por estar pegados en él dejamos de vivir el presente.

Espero poder encontrar el balance entre vivir el presente, recordar el pasado, y añorar por el futuro sin que la melancolia se vuelva mi enemiga.